lunes, 9 de febrero de 2009

Colonia de Sacramento

Llegamos a la recta final del viaje, hicimos primero noche en Montevideo para a la mañana siguiente tirar para este pueblo, nos quedamos en casa de un amigo que conocimos en Cordoba, Damian al que le agradezco su hospitalidad por alojarnos en su casa, fue casualidad como llegamos a conocerlo en el hotel donde nos quedamos en Cordoba y jugando una partida de ping pong, tambien el iba de regreso a Montevideo cuando nosostro tirabamos para Punta del Diablo. En Montevideo solo nos quedamos una noche, solo cenar y dormir ya que llegamos muy tarde, fuimos a cenar los tipico chibitos que son bocadillos tremendos de grande, dimos una pequeña vuelta por la ciudad y a casa para hechar unos cigarritos de tonteria.
Emprendemos camino hacia Colonia que esta a 2 hora de la capital, lo que mas nos gusto de este sitio es la tranquilidad que hay, por lo menos en las fechas que fuimos porque en otras hay mucho porteño. El pueblo es muy pequeño, lo que es el casco antiguo es lo que hay que destacar, las calles adoquinadas, empedradas, los jazmines, bugambillas le dan un toque muy colonial, fue colonia tanto portuguesa como española para controlar el paso del rio de la plata en sus dias.
Lo que llama la atencion es por las tardes cuando nos ibamos a ver las puestas de sol que son flipantes, la gente de aqui sale a las puertas de las casa o al paseo a compartir mate, a charlar, a fumarse sus cigarritos y alguna que otro dia un concierto de reggea en una plaza, tambien una feria de atracciones y de artesania. Llegamos a subir al faro que esta practimente en el casco antiguo tiene unas vistas muy buenas de la ciudad, sigue funcionando, tiene la peculiaridad de que la luz no es blanca, es roja, tiene su razon ya que como no es muy alto las luces de la ciudad hacian confundir a los navegantes por eso cambiaron el color.
Ya estabamos pensando en el regreso, nos quedaban horas practicamente, habia que cruzar el rio en ferry a Buenos Aires para coger el vuelo de vuelta.










Cabo Polonio

Para llegar a Cabo Polonio solo hay un acceso, es con camiones todoterrenos ya que es una reserva natural, el pueblo es pequeñito y las infraestructuras aqui son bastante nulas, no hay luz electrica solo se abastece al faro y a la hosteria restaurante los demas ranchos como le dicen aqui, que de rancho tiene poco no tienen nada, el agua es de pozo, ¿ como se saca el agua ? , pues a cubos o algunos tienen algun que otro motorgenerador y placas solares. Nosostros nos quedamos en un hostel a pie de playa, un lujazo pero aqui el lujo es minimo, lo mejor las vistas que tienes a la playa, para ducharte tenias que sacar el agua del pozito con el cubo luego hervirla en el fuego y verterla en otro recipiente colgado en el techo, aqui no hay mas, es todo basico y rudimentario, eso si, limpio como una patena.
Aqui se encuentra la reserva de lobos marinos mas grande del mundo, justo enfrente del pueblo se ve una isla en la que estan todos amontonados, en la costa al lado del faro tambien se suele ver un grupo mas reducido. Me comentaron que en octubre y noviembre es espectacular porque se ven las ballenas casi en la orilla de la playa y las orcas a la casa de los lobos marinos.
Nos quedamos poco tiempo en Cabo Polonio venia en camino otro temporal de lluvia y viento, solo nos quedamos una noche ya que a la mañana siguiente empezo a llover, emprendimos camino hacia Colonia de Sacramento, justo enfrente de Buenos Aires.






Punta del Diablo

Bueno, llegamos a Uruguay a tomar un poquito el sol y relajarnos de tan estresado viaje, necesitabamos parar, ya que hemos hecho bastantes kilometros y caminado mucho, viajar cansa, hombre prefiero viajar antes que trabajar, pero quiera que no estamos agotados, tanto bus, recoger al dias siguiente, muevete con las mochilas para buscar alojamiento, es un continuo corre corre, porque tampoco tenimos demasiado tiempo ahora en la recta final para llegar hasta aqui, poder descansar bien y sin nada que ver, solo playita y sol, esto si que son vacaciones. El mochileo cansa, todos diran que no pero cansa y bastante, o a lo mejor son las rutas que hemos hecho son agotadoras, deberiamos tomarnolos con mas calma pero ya que estabamos aqui hay que ver y conocer cosas dependiendo de lo que te encontrabas en cada sitio, habia lugares que te quedabas mas dias y hay otros que tenias que salir por patas. En este sitio por ejemplo pongo la excepcion, es increible la forma de vivir que llevan, todo con tranquilidad, nada de prisas y todo con mucha paciencia, turisticamente esta siendo explotado cada dia mas pero ojala Tarifa tuviera las infraestructuras que tiene este pueblo para lo simple que es, sobre todo en transporte publico, tienes omnibus cada media hora para ir a cualquier hora y a cualquier lugar.
El pueblo vive sobre todo del turismo, los mismos habitantes te alquilan cabañas a pie de playa o en sus mismas casas como fue nuestro caso, arrendamos una a pie de playa de los pescadores, luego en invierno se dedican a la pesca pero no sacan lo suficiente para vivir todo el año por eso tienen que explotar un turismo sostenible y artesanal, la capturas de pescado no son lo que eran, ya por aqui llegan barcos de arrastre extranjeros que arrasan con todo, solo les queda la caña y algunos barquitos barados en la playa para la pesca del tiburon, corvina, lenguado, cazon, pero en muy pocas cantidades. Antes era importante la captura de peces, llegaron a venir mucha gente viendo que la mar se generaba mas dinero y que la ganaderia no aportaba lo suficiente ya que tenian la competencia, sobretodo de Argentina a la hora de expotar.
Estuvimos alojados en una cabaña de un antiguo pescador, Eduardo conocido en el pueblo como "el mono", ahora se dedica a la carpinteria, la casa se la construyo el, es bastante amplia tiene salon cocina, cuarto de baño y dormitorio en la planta de abajo y en la guardilla pueden domir hasta 6 personas. Fue una suerte encontrarme con este hombre, ya que tuve que recorre como 6 o sietes sitios diferentes para poder quedarnos, pero dejaban mucho que desear, aqui por la noche el viento azota bastante y hay que buscar alojamiento bien resguardado y sin boquetes. Fue una suerte porque le pregunte a los inquilinos que estatan en la casa, me digeron que ellos se iban esa misma tarde, contacte con el señor y todo fue de perla.
Tuvimos mala suerte los primeros dias, nos pillo un temporal muy fuerte de lluvia y viento, pensabamos que habiamos llegado al sitio indicado para ir a la playa pero no, dos dias sin salir de la cabaña, leyendo, jugando a las cartas, yo ya me cansaba, era una putada y hacia 8 meses que no llovia aqui, joder tubo que ser predisamente estos dias. Una noche no pudimos ni dormir del vendaval que hacia, el agua llego a entrar y la istalancion electrica adejo mucho de desear porque aplique mis conocimientos de maestro liendre.
Por fin el buen tiempo hizo su aparicion disfrutamos de unos dias de playa, playas que son muy peligrosas por las olas que son bestiales y como traga, te tienes que bañar el la orilla, surferos hay a patadas son muy buenos por lo que vi.
A la hora de comer varidad de todo tipo de comidas, empanadas, pizzas, bocadillos y los platos tipicos de aqui chibito y bauru, nosotros siempre comiamos en casa, comprabamos en el super para ahorrarnos algunas pelillas, !ah!...lo de las pelas es de mencionar aqui no hay cajeros en toda la costa, tienes que llevar la plata en efectivo, para sacar dinero hay que desplazarse a Chuy en la frontera con Brasil que esta a unos 45 minutos, y tampoco aceptan tarjetas en los restaurantes y comercios.
Bueno nuestra estancia aqui en Punta del Diablo se acaba ahora nos vamos hacia Cabo Polonio, parque nacional de Uruguay, es un pueblo en un paraje natural, en lo que no hay ni luz ni nada.

viernes, 6 de febrero de 2009







Cordoba sin mezquita

Arrivamos a Cordoba tras 36 horas de bus desde Rio Gallegos, pueblo que no tiene nada de interesante, pasamos del frio de 5 grados a los 40, calor seca similar a la Cordoba andaluza, puede ser que le pusieran el nombre por eso.
Es la segunda urbe mas grande de Argentina, a nosotros nos gusto mas que Buenos Aires, tiene otra forma de vivir la gente, muy joven ya que aqui estan las mejores universidades del pais y las mas antiguas de suramerica. Todo lo que es el centro son edificios coloniales, lo mas destacado la plaza San Martin, con una catedral y el cabildo que ahora esta en restauracion que no pudimos ver, todas las calles del centro son peatonales, con comercio y tamtien hay un canal que cruza toda la ciudad, un paseo bastante entretenido. No hicimos gran cosa a " K ", llegamos reventados recorrimos poco mas de la ciudad, nos quedamos en el hostel con unos porteños tomando fernet branca con cola, bebida que nos de mi agrado, porque aqui este licor se suele chupar bastante. Ya a la mañana siguiente caminito del paraiso, hacia las playas de Punta del Diablo a ponernos un poquito morenitos que nos hacia falta ya.