Salta

Aqui es donde hemos permanecido mas tiempo por ahora, cinco dias por la hospitalidad, amabilidad y como nos han tratado en el hostel, un lugar que recomendaremos. La ciudad es bastante bulliciosa para lo pequeña que es tiene alrededor de un millon de habitantes, los edificios son como todos en esta zona, colonial, llama la atencion la plaza principal con una catedral bien conservada, el interior en un estilo italiano con muchos frescos en el techos, tambien tiene dos calles peatonales abarrotadas de gente durante todo el dia, lleno de comercios y algun que otro puestos en las calles de fruta, zumos y chuches. Tambien tienen su mercadillo artesanal en un parque al lado de la estacion de autobuses hay de todo un poco y otro los domingos en la calle Balcarce, cerca de la estacion de trenes.
Aqui fue nuestra primera noche de salida nocturna, porque quedamos en ir a un lugar muy conocido en Salta, es una peña, La Casona del Molino donde se come, se bebe, se coquea y se canta hasta altas horas de la noche con zamba, chamames y tangos. Todo fue iniciativa de Anjin, aleman y dueño del hostel, Jose que trabaja para el, su mujer Natalia y nosotros, ya en el sitio alli cantaba todo el mundo hasto nosotros, Jose se llevo la guitarra y nos quedamos bastante tarde. Al dia siguiente curso de empanadas salteñas, deliciosas, tuvimos que hacer de chef, estuvo entretenido y por la noche para acabar la jornada despues de zamparnos las empanadas mas fiesta en el hostel a ritmo de rumba y tambien acoplarme a los acordes de Jose para tocar un poco de todo desde lo mas Heavy a lo mas popular de la zona.